Errores comunes al elegir tu sala

El sofá es un mueble fundamental en cualquier interior, una pieza que debe adaptarse lo mejor posible. Tamaño, forma, número de asientos, tapizado, calidad o color: ¿qué debes buscar a la hora de comprar el tuyo? Antes de elegir sofá debes tomar en cuenta algunos detalles que es fácil pasar por alto y que pueden acabar influyendo negativamente en el grado de satisfacción de tu compra. Conocer estos errores te ayudarán a realizar una mejor elección:

 

Comprar un sofá excesivamente grande o pequeño.
Este suele ser uno de los errores más comunes. Sucede cuando no se ha medido el espacio en el que se va a colocar o cuando nos guiamos por las dimensiones del sofá en el establecimiento, ya que algunos tipos de sofás pueden parecer engañosamente pequeños en un showroom, pero ser demasiado grandes tu casa o incluso podría ocurrir que no pasaran por la puerta de entrada a tu hogar. 


Adquirir un sofá sin probarlo.
Así como las dimensiones del sofá deben adecuarse al espacio en el que se va a colocar, también deben acomodarse al tamaño de quien lo va a utilizar. Verifica que los brazos tengan la altura apropiada, que los asientos se adapten a tu altura y que los cojines y el respaldo son tan blandos o tan firmes como te gustan.

 

Comprar el sofá del estilo equivocado.
El diseño del sofá debería armonizar con los otros muebles. Lo ideal es elegir un modelo que nos haga sentir cómodos, no solo estéticamente, sino también porque concuerda con tus gustos.  Cada casa tiene un carácter particular y para acertar en la elección hay que prestar atención a cómo lucirá colocado junto al resto de tus muebles.


Escoger la tapicería o el color incorrectos.
La tapicería se debería escoger fundamentalmente en función del uso que se le dará al sofá. Si se está comprando para un área del hogar que se usa mucho, o es una pieza en la que los niños jugarán o comerán, es importante que el material sea muy resistente y fácil de limpiar.  En cuanto al color, deberíamos elegir siempre un tono que nos guste y con el que podamos vivir armónicamente, pues tendremos que convivir con esa elección durante años. En el caso de sofás a los que se va a dar mucho uso, convendría evitar los colores delicados.

 

Comprar un sofá de poca calidad.
Sin duda, vale la pena invertir en un buen sofá, no únicamente porque garantizas no tener que reemplazarlo en poco tiempo sino porque es también una forma de ahorrar dinero a largo plazo. Un sofá bueno no solo lucirá espléndido al principio, sino que seguirá viéndose y sintiéndose fenomenal durante muchos años. 
Ten en cuenta todos estos errores para no cometerlos a la hora de elegir tu sofá, conoce nuestro catálogo y haz una compra inteligente.